Viga IPR

Los beneficios de la viga IPR se basan en sus medidas, ya que la capacidad de resistencia y la distancia que cubren son notorias, con este material se puede lograr construir recintos de pisos múltiples con extensiones largas, que sean capaces de sostener no solo la actividad humana que se desarrolle ahí, sino que también pueda contener los productos o almacenarlos. Le da un mayor valor a la instalación una vez está terminada, ya que se le considera como uno de los principales elementos estructurales de seguridad para un edificio.

Esta viga puede ser colocada de forma horizontal o también de manera vertical, como si fuese una columna, lo que lleva a que los recintos cuenten con una unión entre columnas muy estable, en la que se recomienda no utilizar métodos para soldar, sino perforar y mediante pernos industriales, unir las vigas, dado que su tamaño es demasiado grueso como para una unión que se base en fundir el material, labor que resulta más difícil incluso por el peso del mismo producto.

Con esta viga de acero, se evita tener daños estructurales ocasionados por el movimiento del edificio, dado que la viga IPR es considerado un elemento estable capaz de soportar movimientos naturales, tales como los sismos. La integridad estructural de un edificio está más segura si es que está compuesto de varias vigas IPR, por ende la seguridad del esqueleto metálico formado con este producto está garantizada, con el añadido de que se lleva bien con el concreto que se coloca en su superficie una vez todo terminado.